El viacrucis de la defensa de los derechos humanos en Cuba

En Cuba estar a tono con la verdad y la sinceridad es unos de los senderos más peligrosos a escoger, como lo hacen a diario los opositores o disidentes pacíficos al gobierno.

Cuando una persona decide disentir o pensar diferente a la ideología enmarcada por el sistema autoritario implantado en la isla, de inmediato pasa a ser objetivo de la maquinaria represiva que ejerce el control en toda la sociedad, el departamento de inteligencia conocido como la Seguridad del Estado (DSE) o G-2.

Desde ese mismo momento comienza una etapa de cacería de brujas inquisitorial en contra la persona que decide tomar la otra cara de la moneda y manifestar en público su desacuerdo con el gobierno de la Habana o declararse contrario a él. 

Como primer eslabón en la cadena opresiva te aplican una represión indirecta, con esta tratan de doblegarte y desanimarte para que desistas de tus intenciones de ser un contrario, para lograr sus propósitos comienzan con el asesinato moral en tu comunidad y el descrédito con tu familia, amigos y toda persona cercana a ti. Utilizan para ello todo tipo de falsedades, calumnias e improperio, dejándote solo, sin nadie a tu alrededor, algo que al principio como no estás preparado psicológicamente te llega a afectar y te hace sentir mal, pues a donde quiera que vas sientes el rechazo, que el aire que respiras no es el mejor ni el más saludable en ese momento.

Luego sigue una etapa de recuperación, ya que continuaste en tu labor de emancipación social y regresa la confianza, poco a poco todas las personas de tu círculo que te rechazaron comienzan a acercarse a ti nuevamente, pues se dan cuenta que nada de lo que les dijeron de ti es real, pueden ver que eres otra persona, que nada más fue una burda manipulación para dejarte solo ante la sociedad. 

Acto seguido viene la segunda fase opresiva, donde comienzan los ataques directos y represivos en tu contra. Esto quiere decir hostigamientos, prohibiciones de viajes sin motivos legales para ello (como lo avala un listado del Instituto Patmos de los llamados regulados, donde tienen contabilizados alrededor de 300 casos entre 1 de enero de 2019 y 23 de marzo de 2020 ), vigilancias, detenciones arbitrarias, citaciones y privaciones de la libertad en prisión.

Como consta en el informe de la organización Prisoners Defenders, hasta el 1 de febrero de 2021 había 181 prisioneros políticos en Cuba, quienes en ocasiones encuentran la muerte mientras siguen privados de la libertad.

 En fin, todo tipo de agresiones por parte de los servicios de inteligencia, algo muy sui géneris de los sistemas comunistas, al utilizar a las agencias de inteligencia en contra de su propio pueblo, no como los sistemas democráticos que prohíben utilizarlo en territorio nacional o solo por seguridad nacional. 

Solo con el apoyo de organizaciones internacionales que monitorean la situación de los Derechos Humanos (DDHH), incluyendo las instancias regionales, se ha podido conseguir que el gobierno cubano disminuya las violaciones en contra de muchos de los activistas de DDHH y lograr que estos puedan realizar sus labores de forma más protegida y aceptable de acometer.

Cuando se rebasa esta etapa, le sobreviene la parte más placentera de ser disidente u opositor, después que el pueblo observa la represión que recibiste y que te mantuviste firme en tu pensamiento diferente al oficial y en la defensa de los DDHH comienzan a reconocer tu esfuerzo, sacrificio y te empiezan a dar su apoyo, no siempre un apoyo directo con acciones visibles, muchas veces es reconociendo y aceptando que tienes la razón, que tu labor es notable y necesaria, ya que realizarla te puede traer serias consecuencias y que cuanto menos merecen su aceptación y respeto.

Pero, aun así, teniendo el respeto y contando con la aprobación de la mayoría de las personas a tu alrededor y el respaldo de instancias internacionales, sigue siendo dura la tarea a seguir, pues sientes que a donde quiera que vas estás siendo vigilado y que te están siguiendo, que todas tus comunicaciones están siendo monitoreadas en especial tus llamadas telefónicas, que ya se hacen cotidianos los ecos y voces entrometidas en tus conversaciones por teléfono, y sientes que en tu vida ya no existe ninguna privacidad. Pero, como vi en una publicación en las redes sociales, los cristianos aseguran que las batallas más difíciles Dios se las deja a sus mejores soldados.

 

Para conocer más sobre violaciones a derechos humanos en Cuba visita EYE on CUBA

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