En Cuba pudiera decirse que se vive en dos países, uno es Oriente (Guantánamo, Santiago de Cuba, Granma, Las Tunas, Holguín), el otro, Occidente (Pinar del Río, Habana, Mayabeque, Artemisa y Matanzas). Aunque bien por el temaque abordaré se puede considerar las demás provincias como parte del Occidente, digamos Camagüey, Ciego de Ávila, Santi Spíritus, Cienfuegos y Santa Clara.
La parte Este del país es la más atrasada en todos los sentidos, económicos, culturales, oportunidades, desarrollo arquitectónico, etc. Con una población de más de 4 millones de habitantes, el contraste es notable con la cantidad de llega y pon o barrios marginales existentes. Algo similar a las favelas de Brasil. En diciembre de 2018 el Ministro de la Construcción afirmó “Se necesitan 402 mil 120 rehabilitaciones para detener el deterioro y evitar la pérdida progresiva de la capacidad habitacional, se proyectan en diferentes periodos, en correspondencia con la situación de cada territorio”, así salió publicado en el portal CubaDebate de ese momento.
La caracterización de las viviendas en la isla queda desglosado, por mencionar algunos puntos, de la siguiente manera, destacando que el gobierno reconoce que el país cuenta con 3 millones 824 mil 861 viviendas, de los cuales el 39 % se encuentran en mal estado:
-existen 9 mil 823 cuarterías
– las casas con pisos de tierra rondan los 117 mil 775
-el déficit habitacional en Cuba es de 929 mil 695 viviendas
-las provincias más afectadas: Habana, Santiago y Holguín. Las 3 más pobladas.
El plan para recuperar el déficit está diseñado de la siguiente manera:
En 7 años: Artemisa, Mayabeque, Cienfuegos, Santi Spíritus e Isla de la Juventud.
En 8 años: Pinar del Río, Matanzas y Ciego de Ávila.
En 10 años: La Habana, Santiago, Holguín, Camagüey, Guantánamo, Las Tunas, Granma y Villa Clara.
Estos pronósticos estuvieron programados en 2018, han pasado 5 años y actualmente no hay materiales de construcción en los rastros o almacenes donde el gobierno anunció se venderían todos los implementos de construcción a la población. Esto anunciado en 2011, hace 10 años.
Desde luego la administración norteamericana de Trump que arreció las medidas de cerco al emporio militar cubano en aras de disminuir su poder represivo contra el pueblo y las influencias en el exterior; y la presencia de la covid-19 son dos armas fundamentales que el régimen cubano usará para justificar los nefastos resultados. También hay que destacar que todos estos planes son bajo el principio socialista, la vida ha demostrado que todos los resultados quinquenales, o en las seis décadas han sido fallidos.
Tomar el ejemplo del déficit habitacional es una muestra, no tan ligera, de la desmedida diferencia que existe entre el oriente de Cuba y el occidente. Por ejemplo, las calles de la ciudad de Guantánamo están destruidas, así lo constata los barrios del Sur y Norte del municipio cabecera, no existe casi ninguna entrecalle con asfalto, todo es de tierra. En Baracoa rige lo mismo, las calles donde han nacido los nativos hacen 40 años se mantienen de la misma forma, destruidas, aun cuando en el caso de la Ciudad Primada el turismo es uno de los puntos más atractivos del país.
Se sabe que las capitales de los países del mundo tienen sus prioridades pero la Habana guarda ventajas preferenciales por encima del oriente por cuestiones políticas. La dictadura cubana resguarda con mucho recelo ese espacio por la cuestión histórica de la presencia de los cuerpos diplomáticos, los medios de prensa extranjeros y porque antes de existir la red de redes, los habaneros están más informados que el resto del país.
En realidad esto se planificó con la División Política Administrativa establecida en el Congreso Comunista en 1976. Desde ese entonces la isla se fue despedazando, o, mejor dicho, divididas en pequeñas partes para el mayor control ciudadano. De esta manera la región oriental del país quedó a la saga del desarrollo en todos los sentidos. por ejemplo, las obtenciones de las mejores carreras profesionales quedaron bien distantes de las aspiraciones de los estudiantes orientales. Al menos en profesiones como Relaciones Internacionales, Periodismo, Física Nuclear, los cupos eran ínfimos. Sin dejar de mencionar que son carreras que obligan un aval político de consideración para obtenerla. Al menos esto fue así antes del derecho de los cubanos con acceso a la internet en toda la isla en 2013. En este punto hay que destacar que la calidad de la docencia en occidente fue superior al resto del país.
La calidad de vida para los orientales ha ido creciendo muy lentamente, digamos que también después del 2013 que el régimen introdujo reformas que permitían a los cubanos viajar por vez primera al exterior, en periodo de administración Obama. Anteriormente tener piso de losas de Gray o cerámica en los hogares, televisores de pantalla plana, visitar centros turísticos, tener computadora en una casa era imposible. Solo los funcionarios de los gobiernos provinciales que tuvieran jerarquía disfrutaban de estas comodidades. Mientras en la Habana estas cosas eran triviales como la construcción de piscinas en casas particulares, pasearse en autos modernos; los orientales solo contemplaban esas cosas como una cuestión de los beneficios de la capital. Mientras los habaneros imitaban la moda y cultura de Miami, los orientales añoraban el Havana way of life. Aunque han pasado 8 años desde esas ligeras humillantes reformas, los que vivimos en esta parte de la isla, oriente, continuamos con esa barrera fijada en la cabeza de estar atrás en el desarrollo cultural, la moda, las decoraciones del hogar. Cuestiones que fueron parte de una educación sometida al subdesarrollo y la imitación de la era soviética.
En cuanto a la represión contra los ciudadanos, aun la dictadura mantiene esta política severa de represión por cuestiones históricas de las luchas en el oriente de Cuba. Siempre se ha mantenido la teoría que en esta parte ocurrieron las mayores rebeliones y trascendencia de lucha contra la colonia española primero, pero luego en época republicana donde Santiago de Cuba fue un bastión de héroes que plasmaron con sus leyendas nuestras hermosas páginas de la historia libertaria. Aunque sea trágico mencionarlo, Batista, Fidel y Raúl nacieron en esta región. Pero el Himno Nacional se escribió y se cantó en Bayamo, los próceres de la Independencia son orientales en su mayoría.
La mentalidad represiva es tal que mientras en la Habana un uniformado pregunta primero al ciudadano, en oriente los policías te golpean y después te preguntan. Es una frase común dentro del espectro d la sociedad oriental. Los cuerpos represivos de la capital son en su mayoría de oriente, extraídos de la mayor ignorancia y miseria de recónditos montes para darle el poder de la ley y la pistola. También de las prebendas de cuestiones materiales que jama soñaron. Los guardaespaldas de los altos dirigentes del país también son llevados desde oriente. Y, por consiguiente, si la miseria e ignorancia cultural y política ha azotado a los orientales como estrategia de mantener el pueblo callado y sin sostén de rebeldía, pues los altos jerarcas militares de esta parte son sádicos, abusadores. Los mayores registros de represión, asesinatos, maltratos en las prisiones del oriente del país no tienen comparación con ningún otro lugar dentro de la isla: el Combinado de Guantánamo, Boniato en Santiago, Playa Manteca y Cuba Sí en Holguín (donde inició la tragedia de Orlando Zapata Tamayo). Lo que ocurre en estas prisiones están en muchos informes sobre el tema de los Derechos Humanos violados a los reclusos, presentados a organizaciones internacionales observadoras del tema.
La presencia de la Base Naval de los EE. UU en la zona sur de Guantánamo quizás pueda decirse que es parte del Gran Problema que mantiene al régimen en velo, cuestión que generó un sistema de delación enorme y control ciudadano. Una zona siempre temida ante la posible sublevación popular que ha considerado a la oposición como Cabeza de Playa, término militar usado que significa la avanzada del ejército en su conquista.
De cualquier manera, para los que vivimos en esta parte hablamos de historia y fatalismo, también de maldad para sostener un poder, por encima de las aspiraciones de los hijos de esta tierra.
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