«Para tomarme una sopa imagínate, la malanga a 25 pesos la libra, la carne de cerdo está a 60 pesos. Cuando termine mi sopa no puedo pagar ni la corriente del mes»
Desde que llegó Trump a la presidencia de los EE.UU en 2016 la sensible economía cubana inició su tambaleo al descalabro, así lo manifiesta un trabajador del Banco Popular de Ahorro de la ciudad de Guantánamo, quien no quiso revelar su nombre. “Este país ya estaba jodido antes de la covid, era visible la ausencia de productos de primera necesidad en las tiendas recaudadoras de divisas”.
Con la llegada de la pandemia a la isla en marzo de 2020 la situación económica del país, reflejada en la forma de vida de los cubanos, topó a niveles insospechados. “Nunca más nosotros podremos vivir como antes, creo que jamás seremos personas de nuevo en este país”, sentencia una empleada de gastronomía cuestionada al respecto.
El gobierno cubano se vio obligado a introducir nuevas medidas económicas para salvar el modelo político que perdura desde hace 6 décadas. Una de ellas, la más impopular a criterio de la mayoría en las calles, es la introducción de las tiendas en dólares americanos denominadas MLC. El medio digital CubaDebate del día 19 de octubre de 2020 reflejó en sus páginas las palabras del Vice Primer Ministro Alejandro Gil pronunciadas en la Mesa Redonda “Es una opción necesaria pero no deseable”, en referencia a las aperturas de los primeros 72 centros comerciales en la moneda fuerte. Donde refiere además que el bloqueo de los EE.UU, arreciado con la administración de Donald Trump, es el responsable de la crisis que atraviesa la nación.
Entre los criterios expuestos por varios entrevistados en Santiago de Cuba sobre las tiendas en MLC, resalta la de Idania Núñez, Ingeniera Química, “Yo no estoy de acuerdo con estas tiendas, mi salario es de 650 pesos cubanos (27 CUC), el dólar americano está en las calles a 1.60 CUC que eso pone mi salario en unos 17 dólares aproximadamente. Un pomo de Champú me cuesta casi lo que gano en un mes”.
El alza de los salarios a los trabajadores y la unificación monetaria son de las medidas más anunciadas por La Habana como mecanismo para enfrentar la crisis. Según los distintos medios oficiales el salario de cada trabajador tendría un alza en 4.9% y la unificación monetaria dejaría al peso cubano como única moneda legal existente junto al dólar americano.
Los cubanos se han lanzado al cambio de moneda de CUC a pesos cubanos – CUP, no pocos están intentando invertir su dinero en oro, inmuebles, que les permita una vez concluida la crisis poder recuperar sus ahorros. Manuel Morejón Ordoñez tiene un restaurante privado desde hace años, su negocio ha sido próspero y de los más reconocidos en la Ciudad de Camagüey, La Peregrina: “No me puedo quejar porque pude ahorrar durante muchos años, me he sacrificado con la idea de ampliarme pero con todo esto mis planes se hacen aguas. Para colmo con esta alza de salario y el cambio de moneda mi dinero ahorrado bajará en una proporción de 1000 a 200, vaya no me he infartado porque Dios es grande pero muchos dueños de negocios han tenido que cerrar”, expresaba con dolor Manuel.
“Yo he probado en la criptomoneda, compré 100 dólares americanos para ver si logro mantener mi dinero, de momento estoy ganado 15 dólares al mes pero es algo, luego subirán mis ganancias”, afirma un joven sentado en el Parque El Amor de Bayamo, quien asegura que son muchos los cubanos que están tomando esta iniciativa de inversión.
Por otro lado, los precios de los productos agrícolas han subido 6 veces su valor y más, tanto como los productos de aseo personal. “Yo vivo de una pensión de 260 pesos, estoy enferma, para tomarme una sopa imagínate, la malanga a 25 pesos la libra, la carne de cerdo está a 60 pesos. Cuando termine mi sopa no puedo pagar ni la corriente del mes, eso sin mencionar los medicamentos que no hay, y aparecen en el mercado negro muy caros”, asevera una señora de 67 años que trabajó como educadora toda la vida.
En contraparte, la crítica situación ha obligado a que la gente desarrolle actividades ilegales, una de ellas, utilizando las redes sociales donde aparece de todo, a altos precios, desde desodorantes importados hasta ropa de bebé, y equipos electrodomésticos. Las autoridades comenzaron a combatirlas, “a mí me multaron con 3000 pesos por vender por Facebook, otros han ido a prisión”, explicaba Eugenio Martínez, un estudiante universitario de Santa Clara.
En recientes declaraciones del Ministro de la Economía Marino Murillo, ante la Asamblea del Poder Popular televisada por la Mesa Redonda, aseguró que el país necesita introducir muchas más medidas de manera que logre estimular el trabajo y eliminar los subsidios que son un gran problema para el Estado.
Leave a comment