En la Provincia de Holguín existen varias comunidades en las que la población cuenta con pocos recursos y no existe la más mínima posibilidad de acceder a recursos técnicos o financieros. Las de peores condiciones son conocidas como La Chomba, al norte de la provincia en el Reparto Alcides Pinos, y La Fornet, situada al sur de la provincia en el Reparto Harlem.
Todo lo antes expuesto ha generado efectos negativos en la población y las consecuencias se expresan en todos los ámbitos, sobre todo entre las mujeres: desconocimiento de los valores cívicos y de lo que constituye la base y el contenido de la sociedad civil, poco dominio de los conceptos, los valores y fundamentos de la ciudadanía. Todo esto es causado por un gobierno que cierra las posibilidades y las capacidades de las mujeres, restringiendo su bienestar y no sufragando sus necesidades.
El daño para la mujer a causa del desconocimiento de sus derechos, en un escenario de pobreza e insatisfacción económica y dentro de una cultura machista y sexista, ha provocado un alto índice de dedicación a la prostitución y enfermedades de trasmisión sexual, además de madres de temprana edad, de entre 16 y 20 años. Sin embargo, las tímidas aperturas han permitido identificar la fuente de las carencias en el Estado y en sus políticas, con ausencia de canales apropiados para satisfacer las inquietudes y las necesidades de estas mujeres al tiempo que se pierden alcances sociales básicos en materias de educación y de salud.
Eso nos ha abierto la posibilidad de, desde la sociedad civil independiente, empoderar a las mujeres para que sean atendidas, buscando que ese abandono social de la ideología dominante se vea limitado por el conocimiento de la mujer de todos sus derechos. Hemos tomado como iniciativa la realización de talleres para el empoderamiento de las mujeres, sobre todo las de esas comunidades, brindándole mayor atención a las mujeres jóvenes con anterior dedicación a la prostitución o a las que por sus condiciones de vida pudieran inclinarse o dedicarse a ello, tratando de influir en el trabajo por cuenta propia para su independencia económica o en quejas y demandas a las instituciones que correspondan para que sean atendidas en sus diferentes problemáticas, procurando que las que ya lo hacen se aparten de ese camino y a la vez evitar que las demás caigan en ella. Nuestra tarea consiste también en hacerles ver cómo la prostitución puede afectar negativamente la salud física, mental, sexual y reproductiva de las mujeres, y cómo en algunos entornos, aumenta el riesgo de contraer VIH.
Existen además altas demandas de mujeres jóvenes con hijos menores, embarazadas y solteras, desamparadas por el gobierno, viviendo en condiciones infrahumanas en las comunidades. La ausencia de libertad y a la vez la necesidad económica en la que viven las lleva al final del camino, a ejercer la prostitución, con todas las consecuencias que enfrentan.
El sistema patriarcal y machista cubano, en el que aún perduran los estereotipos de que las mujeres son madres hogareñas al cuidado de los niños, ancianos y de las labores domésticas, las hacen víctimas de la discriminación por una gran parte de la sociedad, de violencia física, verbal y en ocasiones hasta sexual.
Por la labor y los estudios que hemos venido realizando con este grupo de mujeres, hemos hecho comparaciones y autoanálisis en el grupo de trabajo en cuanto a la presión que ejerce el estado y la sociedad sobre estas mujeres. Pudimos ver que la violencia que más les está afectando es la psicológica, ya que enfrentan en su vida cotidiana el peso de un hogar y el cuidado de sus hijos, el rechazo de familiares y vecinos, la represión, la humillación y los tratos crueles a las que son sometidas por parte de la policía si son detenidas, expuestas también a grandes multas o penas de prisión por ejercer estas actividades, y sobre todo, su escasa autoestima al tener encuentros sexuales con cualquier tipo de individuos, así como el ejemplo dado a otras jóvenes, incluyendo a sus propias hijas.
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