El término ha sido utilizado de manera informal desde hace bastante tiempo en Cuba, pero, ¿qué significa realmente? En el pasado se utilizaba cuando un político que había comenzado a ganar demasiada popularidad o que ya no era de utilidad para el régimen era apartado de su puesto. Sin embargo, los ciudadanos no involucrados en política también se «benefician» de este plan, que representa la violación de un derecho humano fundamental: el derecho al trabajo.
Hoy en día las víctimas no son siempre disidentes políticos, a pesar de que todavía representan la mayoría de los casos. El plan se ha extendido y los cubanos son expulsados del trabajo a la primera señal de mostrar abiertamente su oposición hacia cualquier norma u orden que venga de arriba, o simplemente por tener un familiar que se oponga al régimen.
Otro aspecto a destacar es que las personas afectadas suelen ser acusadas con cargos falsos, amenazadas y humilladas, a veces en público, lo que provoca su aislamiento dentro de sus propias comunidades. De este modo, las autoridades dificultan deliberadamente su vida en sociedad. Esto, acompañado de la falta de ingresos que supone perder el trabajo, hace que se vea afectado su derecho a llevar una vida digna y a no sufrir discriminación por sus opiniones. Gracias al proyecto EYE on CUBA hemos podido saber más acerca de algunos de estos casos y atraer la atención pública sobre ellos.
Yoleidis Alfonso Nava es especialista en agricultura urbana, pero en su tiempo libre trabaja como periodista independiente y escribe sobre temas de actualidad que afectan a la comunidad local de Holguín, en la que vive. En 2013 fue obligada a dejar su trabajo y se le notificó que sería trasladada a un nuevo puesto. Un año más tarde, sin embargo, todavía sigue a la espera de noticias sobre su nuevo puesto de trabajo.
Armando Gonzales Benítez fue despedido de su trabajo en la Escuela Internacional de Miramar, supuestamente por incompetencia, después de haber trabajado en esta escuela como custodio durante diez años. Armando está casado con la bloguera independiente Dora Leonor Mesa Crespo, también líder de la Asociación Cubana para el Desarrollo de la Educación de la Primera Infancia (ACDEI), con sede en La Habana. Él había sido interrogado constantemente en el trabajo sobre las actividades de su esposa. Desde que fue despedido no se le ha permitido acudir a los tribunales para reclamar esta situación.
Geovanis Fixto Cuza fue despedido en 2013 de su puesto de guardia de seguridad en el Centro de Estudios Pedagógicos por permitir que un cubano residente en EEUU visitase a un familiar que estaba estudiando en dicho centro. Cuando el director se enteró de que él había permitido que esta persona entrase se creó una comisión donde se decidió que sería despedido. Fixto trató de apelar esta decisión en el tribunal municipal sin éxito. Afirma que no hay ninguna ley que impida a un ciudadano extranjero entrar en una escuela.
Estos son sólo algunos ejemplos de cómo funciona el «Plan Pijama» en Cuba y de cómo los ciudadanos están siendo expulsados de su trabajo injustamente. Desde la ONG checa People in Need os pedimos que difundáis las noticias sobre estos abusos para evitar que continúen sucediendo en el futuro. Podéis encontrar más casos documentados a través del mapa en nuestra página web www.eyeoncuba.org.
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