Estudios de grabación Cuba

En cuba los estudios de grabaciones musicales existen como en cualquier otro país, solo que con distintas condiciones debido a la organización y a la política que el gobierno les ha otorgado a estos centros. 

Tan solo los grandes artistas reconocidos por su obra, en su mayoría distinguidos seguidores de la ideología imperante en el gobierno, son los que pueden tener un acceso viable a grabar sus productos musicales en los estudios de grabaciones tales como los estudios Adala, los estudios Egrem o algunos otros. 

Solo a través de dependencias gubernamentales como la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y la Asociación Hermanos Saiz (AHS) entre otras, se puede acceder a estos enclaves de grabaciones. También consiguiendo la venia de algunos de los llamados en Cuba “Padrinos”, que puede ser algún productor u otro tipo de persona con muchas influencias que pueda llevarte a estas instancias.

Debido a estas limitaciones en el orden organizativo es que ha surgido en todo el país un movimiento de personas comprometidas con la cultura y en la satisfacción de esta necesidad, que con su talento e innovación han dado solución a esta problemática para él cubano de a pie.

En la calle Monserrate número 405 en la Habana Vieja, reside Fernando Alvares, quien creo hace varios años el estudio de grabación independiente Works Music. La motivación para esta creación se la dio su hijo, quien se interesaba por cantar reguetón y para lograrlo deambulaba con sus amigos buscando sitios donde le permitieran grabar y realizar sus sueños.

Asegura Fernando que él tenía que buscar la manera de que mi hijo estuviera en la casa con sus amistades y no que permaneciera en la calle tratando de hacer su arte, porque cuando viniera a ver podría buscarse un problema.

“Mi papa un día me dijo que podíamos tener un estudio de grabación de nosotros para no gastar más dinero, porque si íbamos a estar gastando lo hacíamos en el de nosotros. Tenía el mío, no tenía que estar buscando por la calle”, aseguro Fernando hijo.

El confortable estudio de grabación que es hoy, comenzó con un equipo de música y con un micrófono colgado en una viga en la barbacoa de la vivienda de Fernando, empezaron grabando reguetón y luego se sumaron los muchachos del rap, y con la colaboración de los mismos usuarios se fue consiguiendo todo lo demás.

Poco a poco, comenzamos con micrófonos caseros, mejorándolos con amistades que han grabado aquí y se han ido para el exterior” dijo Fernando.

Alrededor del pequeño estudio y su gerente Fernando Álvarez hijo, se ha formado un movimiento de creación de arte independiente que estimula a los jóvenes tanto regetoneros, como raperos y otros a llegar a nuestro sitio.

“Aquí en este estudio, han cambiado actitudes, formas de vidas y necesidades muchas personas, con énfasis en la juventud”, dijo Fernando Alvares Hijo.

Los estudios caseros como este son imprescindibles para músicos noveles que no tienen la forma de pagar los altos precios ni tienen los medios de llegar a estudios como Apdala, colibrí o el de la Egrem.

En el momento que ellos están aquí es la gloria para ellos son libres en su espíritu y creación estos centros de grabación, es lo más asequibles que tienen para realizar su música la mayoría de la población cubana.

Desde que comenzó el movimiento de música urbana en cuba en los años 80, el cual se fomentó en los años 90 y 2000, hasta la actualidad, los artistas de este género, han podido acceder a gravar un disco, solo, mediante la existencia de estos estudios independientes o home studio, que han sido estos los únicos espacios de realización de sus sueños.

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