Todo es miserable

Para comprar alimentos hay que volverse un ninja, cuando sacan pollo las colas son enormes y ya hay desde hace días gente marcando, no sé cómo se enteran

Juana María Cortina es contadora de una filial de la Empresa de Comercio en Guantánamo, tiene una hija de 21 años y el único salario que entra a la casa es el de ella, de unos $390 pesos en moneda nacional (Pesos Cubanos – CUP). “La veo negra para vivir en este país”, afirma Juana, en referencia a la pregunta de cómo se hace para comprar alimentos.

Con la situación de la covid la vida para los cubanos ha cambiado radicalmente, aunque esta empleada del estado afirma que la crisis que vive la isla ya estaba antes de la llegada de la pandemia. “Antes de que llegara la covid en las tiendas casi no había nada, un día milagroso  sacaban pollo, después se perdía, sucedía también con el aceite, el detergente, el aseo”, sentencia.

Todo ha ido empeorando con las medidas que el gobierno ha venido anunciando, así lo atestigua esta señora que tiene 48 años. “Para comprar alimentos hay que volverse un ninja, cuando sacan pollo las colas son enormes y ya hay desde hace días gente marcando, no sé cómo se enteran. Los productos agrícolas tienen unos precios altísimos desde que anunciaron que subirían los salarios, no se explica que los vendedores y carretilleros han puestos unos precios abusivos a las viandas. Por otra parte, los cárnicos ni aparecen, los puntos tradicionales que la gente vendían ilegal han desaparecido como el del 7 Sur, La Línea, el 9 Norte, la policía los sofoca constantemente”.

Los guantanameros, como en el resto de la isla, se las ingeniaron en periodo covid para vender sus cosas desde el hogar a través de las redes sociales pero esto tuvo respuesta de las autoridades. “Estábamos resolviendo con las ventas en Revolico Guantánamo pero empezaron a perseguir a todo el que vendía por Facebook, la policía se hacía pasar incluso como un cliente que quería algo y cuando le llevaban a la dirección que ponían en el Messenger el producto solicitado ahí lo esperaban. Hay gente presa por ese motivo, por reincidente y otros tantos recibieron multas elevadas de hasta $3.000 pesos cubanos”, describe la Contadora.

Juana desglosa una lista de los precios de productos en estos momentos que mellan con el salario que devenga.

Malanga: $25, Boniato: $12, Yuca: $17, Ajo: $6 por cabeza, Frijoles Colorado: $45, Arroz: $20, Aceite: $150 por un pomo, Vaso de ají: $10 pesos, Cerdo: $50, Jamón: $75, Plátano burro: $5 libra, Plátano macho: $7.

El aseo personal es otro dolor de cabeza, afirma.

Jabón para lavar industrial: $20, jabón de lavar tienda: $45, jabón de baño de la tienda: $35, jabón de baño de la bodega: $20, champú: $15, acondicionador: $15, pasta dental de la tienda: $6 CUC, desodorante: $10 CUC, máquina de afeitar: $50 CUC.

Juana afirma que ella ha cumplido siempre con todas las tareas de la Revolución pero que ya no da más, paga la corriente de la casa todos los meses, unos $70 CUP, el teléfono $50 CUP, el agua $6.60 CUP y el Comité de Defensa de la Revolución $12 CUP al año. “He tenido que vender todas mis ropas, zapatos para ir sobreviviendo. Mi hija dejó de estudiar porque no hay futuro y trabajo no hay que valga la pena, todo es miserable”, concluye.

 

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