Salvar vidas

Joven médico cubano y activista LGTBIQ de la ciudad de Cienfuegos. En 2016 emigró a España, donde sigue residiendo hoy en la ciudad de Madrid. Allí vive con su pareja y (desde hace poco) ejerce por fin la medicina.

La pandemia de COVID-19 ha traído momentos duros para toda la población mundial, y así ha sido también para los y las migrantes que vivimos en España, que nos hemos tenido que enfrentar a un nuevo reto desconocido y readaptarnos a la nueva realidad, cambiando estilos de vida, costumbres, y en algunos casos directamente volver a empezar desde cero.

Para mi han sido momentos de mucho miedo e incertidumbre, y sobre todo de añoranza, nostalgia de no poder estar cerca de las personas a las que quiero en un momento tan triste y tan tenso a la vez. Esta situación me ha hecho pensar a menudo en mi gente en Cuba, y reflexionar sobre la necesidad de los que quedemos vivos impulsemos más que nunca la lucha para que si algo así vuelve a pasar, no estemos tantas familias separadas. Me hizo necesitar aún con más fuerza un futuro para los cubanos y las cubanas en el que vivir en libertad no implique marcharte al extranjero y dejar de ver a tus seres queridos durante tanto tiempo, a veces en circunstancias extremas como las que hemos vivido. Pensar que no puedes ayudar a alguien a quien quieres, e incluso que puede morir estando tú tan lejos, es muy duro.

A la mitad de la pandemia me quedé sin empleo, y ese fue el momento más duro, pues dependo de mi trabajo para mi supervivencia aquí. Sin embargo, la COVID-19 también trajo para mí algo muy positivo y satisfactorio que ha supuesto un punto de inflexión para mi carrera profesional aquí en España. Yo estudié medicina en Cuba, y desde que llegué solicité la homologación de mi título; un proceso muy largo y complicado. Sin embargo, la emergencia sanitaria produjo la necesidad de más profesionales de la medicina, y por fin mi título fue convalidado. Para mí hay algo increíble poder ejercer mi vocación para ayudar al país que me ha acogido y en el que estoy construyendo mi futuro. No se me ocurre mejor forma de agradecérselo que haciendo lo mejor que sé hacer: salvar vidas.