El ciudadano Bernardo Calvino Bayola fue detenido hace algunas semanas al pasearse con un cartel por la Habana Vieja pidiendo ayuda al presidente de la República de Cuba, Miguel Mario Díaz Canel.
Bernardo es paciente VIH y vive con su mamá en una comunidad de tránsito en la calle Lindero nro. 121. Los motivos de su protesta son más de uno.
«El albergue donde estoy con mi mamá, tiene una sola ventana, no hay ventilación y tengo que estar todo el día en posición horizontal o inclinado por la baja altura del techo. La fosa, además, se desborda cada vez que llueve. Vivimos en pleno hacinamiento ya que somos un total de veintidós familias que perdieron sus casas por diferentes derrumbes. En el albergue se va la luz todos los días y tenemos que cargar el agua desde la calle porque no entra al edificio”.
No sólo se trata de cuestiones habitacionales que rozan lo inhumano. Según asegura Bernardo, el estrés causado por la situación a la que se ve expuesto ha detonado a su vez otros problemas difíciles de revertir.
“Vivimos estresados, en tensión permanente. A mi mamá se le aceleró el proceso de demencia senil y le han salido herpes zoster por los nervios. Esto último fue confirmado por los médicos”.
Bernardo fue detenido en la calle Obispo y se encuentra en la Unidad de Cuba y Chacón porque no firmó ni aceptó una multa de 1500 pesos moneda nacional, el monto que le correspondería oficialmente por haber alterado al orden público.
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