«El emprendimiento económico y la innovación social son catalizadores de cambio»

La realidad cubana es una y muchas al mismo tiempo, así que nada mejor que conocerla a partir de sus propios actores… anónimos, por ahora. En esta sección de entrevistas, iremos explorando diferentes proyectos sobre Derechos Humanos y desarrollo que se encuentran actualmente en marcha en la isla.

Hoy, nuestro tópico será la formación de jóvenes en actividades de liderazgo y emprendimiento. Que la disfruten.

¿En qué consiste tu proyecto y desde cuándo está en funcionamiento?

Nuestro proyecto comenzó en septiembre de 2016 gracias al esfuerzo de un grupo de jóvenes apasionadas con las temáticas de emprendimiento en Cuba. Hasta ahora tuvo dos ediciones y estamos preparando una tercera. La idea de nuestra organización es promover la puesta en práctica de la actividad privada en Cuba de manera responsable y adecuada, como una alternativa a los problemas socio-económicos y políticos que presenta la nación. Para ello, ofrecemos a los emprendedores interesados conocimientos básicos en materia de organización, sistematización y control de sus actividades. Se realizan, por ejemplo, diversos cursos asociados a la gestión financiera, la administración de empresas, las temáticas legales y otros aspectos de interés. Además, trabajamos con estrategias de liderazgo para emprendedores y miembros del proyecto, y fomentamos espacios de discusión colectiva a partir de las diferentes experiencias de trabajo, sean estas positivas o negativas. La idea con esto es conocer de primera mano la realidad económica de la nación.

¿Cuándo y cómo surgió la idea? ¿Hubo algún otro proyecto o actividad que lo haya inspirado o haya sido su antecedente?

Tras los anuncios de apertura en 2011 y 2013, algunos antiguos estudiantes universitarios asociamos el tema del emprendimiento con el desarrollo económico de la isla y nos aventuramos a su estudio. Los primeros esfuerzos fueron individuales, pero luego se constituyó un grupo que progresivamente fue creciendo hasta constituirse en un proyecto. Desgraciadamente, desde el inicio de nuestras investigaciones, se aprecia cierta resistencia por parte de los representantes del oficialismo.

En Cuba hay varios proyectos cuyo objetivo es la formación y el asesoramiento de jóvenes en cuestiones de liderazgo. ¿Por qué esto es tan importante?

Creemos que los proyectos centrados en fomentar en los jóvenes el conocimiento y el aprovechamiento de sus capacidades son de vital importancia para el crecimiento y el desarrollo de las sociedades, sin olvidar que los jóvenes de hoy serán los lideres del mañana. El liderazgo juvenil garantiza la formación de agentes sociales activos y coherentes, y trabaja tanto sobre el pensamiento crítico, como sobre las acciones transformadoras de la sociedad en la que se vive.

¿Qué tan influyentes son hoy en Cuba los emprendimientos privados? ¿Hasta qué punto el Estado brinda libertad de acción y decisión?

El emprendimiento privado en Cuba, según datos oficiales, asciende a más de medio millón de personas, es decir, representa el 12.5% de la población económicamente activa. Sin embargo, la cifra real puede ser de hasta un 2% mayor, si se toma en consideración un grupo significativo de actividades económicas que funcionan bajo la total informalidad. Por ahora, la influencia económica, social y política que pueden ejercer estas figuras son bajas. El sector privado, particularmente el del trabajo por cuenta propia, está sometido a serias limitaciones objetivas y subjetivas que limitan su crecimiento. Esto impide que el sector privado desarrolle capacidades de influencia real. Hay que tener en cuenta varios factores: por un lado, los límites y las reglas del sector estatal; por el otro, los medios que se necesitan para su puesta en marcha y funcionamiento sistemático que, en la mayoría de los casos, deben adquirirse mediante canales establecidos, gestionados y controlados por el Estado. Por lo tanto, se trata de una libertad relativa y disfuncional que, obligatoriamente, debe funcionar bajo las reglas de una economía racionalizada o de planificación política centralizada. En muchos casos, debido a la burocracia del sistema, no existe una posibilidad de contacto directo del sector privado con el sector externo de la economía.

¿Qué impacto real sobre la población civil han tenido hasta ahora los emprendimientos privados?

El impacto del emprendimiento privado en Cuba se ha limitado exclusivamente a la esfera económica individual. La práctica de actividades cuentapropistas ha permitido a algunos cubanos, mediante el ingreso percibido por su trabajo, lograr una significativa mejora en su situación económica, pero esta mejora es insuficiente aún. Si bien es verdad que a partir de la apertura se generó un incremento en la cantidad y calidad de productos y servicios brindados a la población, todavía persiste la dificultad en el establecimiento de los precios y la baja capacidad de compra de los salarios reales. Desgraciadamente, en el plano político, el impacto ha sido nulo, ya que las autoridades dentro de la Isla se han mantenido blindadas al respecto.

¿Cuál es el perfil de los candidatos y asistentes a los encuentros de capacitación que ofrece el instituto de formación que diriges? ¿Cuáles son los criterios de selección que se aplican sobre los candidatos?

Hasta ahora hemos priorizado a los interesados en llevar a cabo un emprendimiento a largo plazo. El factor decisivo para la selección de los miembros del proyecto ha sido siempre el compromiso, la discreción y el interés en concluir el proceso, dadas las condiciones políticas de nuestro país.

¿Con qué experiencia y formación cuentan los responsables de la capacitación?

Los diferentes cursos han sido desarrollados por un personal capacitado, todos con educación superior. Además, el 74% de ellos goza de experiencia como profesores. La puesta en marcha de los emprendimientos en Cuba presenta bastantes lagunas teóricas, conceptuales, metodológicas y prácticas, y hay que tener en cuenta que esta actividad existe hace apenas 6 años, con lo cual, los conocimientos o habilidades de los cubanos para el manejo de un negocio son escasos. Las propias condiciones políticas de la nación han aminorado el conocimiento relacionado con estas prácticas económicas. Por tal motivo, y ante su interés profesional y personal, los capacitadores han debido estudiar a partir de materiales propiamente adquiridos y en base a la propia experiencia en el manejo de procesos y actividades.

¿Cuáles son, desde tu perspectiva, los mayores desafíos del proyecto?

La presencia amenazadora del Estado cubano es, sin lugar a dudas, el principal obstáculo. Por suerte, los participantes asumen con madurez y responsabilidad los riegos que implica realizar estas actividades de educación y formación que, en ocasiones, se consideran lascivas para el desarrollo de un modelo socialista en Cuba.

¿Te gustaría compartir con nosotros alguna anécdota, conclusión o discusión que haya surgido en el marco de los talleres de capacitación?

Quizás me gustaría recordar que el emprendimiento económico y la innovación social son factores catalizadores de cambio que necesitan ciertas sociedades. Particularmente en Cuba, se requiere que ambos procesos existan, funcionen simultáneamente y apunten a objetivo final: lograr un crecimiento económico a largo plazo que esté también articulado al desarrollo político y social.

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